Tíbet: Una perspectiva geopolítica.

A petición de mis lectores de América Latina, comenzaré a escribir más entradas en español, me parece excelente, para que todos puedan comprender mejor este tema tan complejo del Tíbet. Como bien lo dice la sección del 'sobre mi' en este blog, yo soy internacionalista, y bueno, decidí tocar este tema pero por otro punto de vista. La mayoría de los escritos que he publicado sobre el Tíbet son análisis y críticas dirigidas a la forma en la que el Partido Comunista ha estado manejando la situación, por ende mis críticas han sido tanto en el plano económico como social. Esta ocasión decidí analizar esto bajo un punto de vista muy diferente y que es muy común para los internacionalistas: el plano de análisis geopolítico.

Es muy posible que este término no sea muy conocido para varios de mis lectores, por lo que brevemente definiré este término y señalaré su relevancia para analizar la situación del Tíbet. Según el sueco Kjellen, geopolítica es la ciencia que concibe al estado como un organismo geográfico o como un fenómeno en el espacio. Los elementos del estado: territorio, población, gobierno, economía y sociedad componen un organismo que se considera como viviente, ya que interactúa con todo aquello alrededor de él.

La parte del territorio es de gran importancia para esta ciencia, ya que un país en la mayoría de los casos está determinado por su espacio, tamaño y forma. El lugar en donde está ubicado y su situación con respecto al mar y a otros estados también determina su actuar. El territorio también puede verse afectado por los cambios en su situación debidos a uno aumento o disminución en el poder de uno o de varios delos estados vecinos. La historia de estos cambios y de estas situaciones de carácter geográfico que han ido afectando el territorio en la mayoría de las ocasiones, juegan un papel indispensable para la política exterior.

La concepción central de la geopolítica es, de acuedo a Karl Haushofer (centrado en la idea expansionista de cuando el III Reich), es la geopolítica como base científica del arte de la actuación política en la lucha de vida o muerte de los organismos estatales por el espacio vital. La idea de 'espacio vital' es en el sentido de que el estado debe hacer todo lo posible para tener lo que requiere y servirse de todos los medios disponibles para poder completar sus fines tanto de política exterior como locales.

Según Sir Halford Mackinder, la geopolítica estudia los hechos políticos, considerando al mundo como una unidad cerrada en la que tienen repercusión según la importancia de los estados. En este sentido, los factores geográficos principalmente la situación, extensión, población, recursos y comunicaciones de los estados, si bien no son determinantes, tienen gran importancia y deben ser tomados en cuenta para orientar la política exterior.

La historia ha puesto varios ejemplos de cómo la ubicación de un estado y lo que le rodea es de gran importancia para que este crezca y alcance autosuficiencia en todos los aspectos. Estos modelos de alcanzar todo lo necesario para completar este 'espacio vital' fueron una base para justificar el colonialismo (que todavía existe pero en otra forma no tan obvia como la de los siglos XVI-XX) y el expansionismo que Alemania y Japón tuvieron en su momento cuando la Segunda Guerra Mundial.

Estos modelos, aplicados a China, parecieran muy obvios para quienes son conocedores en el tema, sin embargo hay que aclarar porqué. Desde el 2008 todos vimos que de repente China creció a un ritmo impresionante y que ahora está desacelerándose, posteriormente comenzaron a invertir en los países vecinos y en otros lados del mundo que algunos nunca hubieran esperado, como en el caso de los países africanos. No es una casualidad que China esté realizando todo esto de forma masiva, ya que el Politburo está bastante consciente de que hay algo que ganar en todas las regiones del mundo. Si buscan combustible, aparte de tener lazos con Irán, también los tienen con países del centro de Asia, esto con el propósito de tener suficiencia energética. En el caso de la suficiencia alimentaria, es virtualmente imposible satisfacer el mercado chino en todas sus necesidades, por ende en cuestión de alimentos, están fortaleciendo lazos con América Latina y con África.

La situación territorial de China es compleja por los vecinos que tiene, por un lado están los musulmanes, por otro tienen a los hindús (los budistas los tienen dentro), por otro tienen a los japoneses, a los coreanos, a los mongoles y desde luego a los rusos. El hecho de que tienen una frontera de tal tamaño también hace que China tome una posición a la defensiva en muchas ocasiones aunque, honestamente, yo nunca los había visto tan enojados como cuando hace unos meses que altos oficiales de Corea del Norte fueron prácticamente escarmentados por el Partido Comunista Chino, ya que a quienes quieren tener lo más lejos posible es a Estados Unidos y, con la actitud reciente de Pyongyang, consiguieron atraer fuerzas estadounidenses. Ahora, hablando de la cuestión de supervivencia del estado, en este plano es más entendible porqué China no quiere conceder ningún tipo de independencia al Tíbet y porqué están tan obstinados en poblar la zona con chinos Han.

En primer lugar, por ser un lugar rodeado de la cordillera de los Himalaya, tiene una reserva de agua bastante considerable por las glaciares de las montañas. Los glaciares tienen tan alcance, que irrigan ríos que rodean toda la cordillera, y por ende son los que alimentan a la India y otras regiones de Asia. Si hay algo que los habitantes del centro de China necesitan y en gran abundancia para poder producir ciertos tipos de cultivo, es precisamente el agua. El Partido Comunista no puede permitirse perder esa gran reserva, ya que sin ella todo el centro de China moriría de hambre, y obtener agua como lo hace Singapur, (extraída de Asia y transportada a través de Malasia) es sumamente costoso y requiere una infraestructura complicada.

En segundo lugar, el Tíbet tiene la posibilidad de ser un lugar sustentable, ya que la cantidad de luz solar que reciben puede servir para atender las necesidades energéticas por medio de paneles solares, y en muchos aspectos esto aparte de ser ecológico, también puede salvar de los dolores de cabeza que representa perforar montañas o suelos para pasar tuberías para petróleo (algo que están haciendo en Pakistán). En cualquier caso, los modelos de producción de energía que ha estado siguiendo China (como bien lo hemos podido comprobar por las fotos de fondo gris que vemos de Beijing o de Shanghai) no son nada sustentables. China tiene plantas de transformación de energía solar en eléctrica ubicadas en el Tíbet. Si esta zona no estuviera, probablemente sería más complicado obtener energía para el sur del país, ya que esta producción de energía constituye el 30% de la que se utiliza en todo el país.

En tercer lugar está la cuestión de los minerales. El Tíbet tiene de las mayores reservas de minerales en el mundo como la cromita, el litio, cobre, magnetita, arsénico, potasio, azufre, fósforo, entre otros. La obtención de sal también es una actividad común en la región, precisamente por la cercanía con las montañas, hay muchos tipos de sales minerales que pueden obtenerse con procedimientos tradicionales (como el dejar que el agua seque dentro de refractarios de arcilla). El Tíbet también tiene minas de las que pueden obtenerse varios metales valiosos, como el caso de de la cromita y del litio. El litio se encuentra en tal abundancia, que representa una de las reservas más grandes del mundo, y este metal es de los más indispensables hoy en día para producir baterías y otros productos de manufactura compleja como los teléfonos móviles.

Estas tres razones constituyen tres motivos relevantes para que China no quiera dar independencia de ningún tipo al Tíbet. La cuestión de que son personas totalmente diferentes a los Han es otro motivo por el cual las medidas son sumamente opresivas. En vista de que los tibetanos comparten varias cuestiones culturales y religiosas con algunos de los vecinos de China, esto puede representar un problema para el gobierno al largo plazo,ya que la simpatía que hay tanto de la India como de varios sectores de la población civil y opinión pública internacional sí puede afectar la imagen de China, y esto lo tienen bastante presente, puesto que en cada comunicado o noticia relacionada al tema, el Partido incurre en desde descalificaciones hasta opiniones no pedidas.

En fin, el Tíbet no solamente presenta características étnicas, culturales y sociales diferentes a las de la mayor parte de China, sino que también la postura monolítica y rígida que tiene el Partido Comunista en torno al tema tiene también la variante geopolítica. Ahora que China está creciendo, con más razón no cederán en el tema del Tíbet por ser una región única en cuestiones estratégicas, ya que a pesar de que representa una amenaza hacia adentro por el hecho de que ningún pueblo puede vivir bajo represión por mucho tiempo, los recursos naturales que tienen están por encima de la preocupación por sus habitantes, y a mi parecer esto último es lo más delicado y también lamentable en ese asunto.

La comunidad internacional tiene en sus manos el poder de decisión, ya que si se trata de tener relaciones convenientes con el resto del mundo, insisto (nuevamente)en que una relación estrecha con China no es conveniente al largo plazo. Si se está viendo el trato del Partido hacia el interior, sería poco sabio esperar que fueran diferentes con el resto del mundo.





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