La Sabiduría de la Felicidad: Una reseña.

En conmemoración del día de los derechos humanos, decidí escribir esta reseña. El día 3 de diciembre asistí a Cinemex a ver la Premier de la película “Sabiduría y Felicidad” y fue una muy buena experiencia porque además de haberme encontrado con personas que aprecio mucho y a quienes conozco desde hace ya algunos años, me permitió aprender más sobre el Tíbet y el tema de la compasión. Recomiendo ampliamente verla.

La película es muy bonita y al tratarse del Dalai Lama por supuesto que es entretenida y muy interesante. Considero que es un filme que además, a través de imágenes inéditas (o que al menos yo no conocía) de la vida del Dalai Lama, es una gran referencia histórica sobre su huida a la India en 1959 y  ante todo, una evidencia contundente de la invasión china al Tíbet en 1950 y la situación actual vulnerable de los tibetanos en China. 

Por otro lado, también nos muestra  una perspectiva muy interesante sobre cómo podemos manejar nuestras emociones, y desde luego el rol indispensable que tiene la compasión hacia otros seres humanos y en nuestra vida cotidiana. En este caso, como la suscrita no es budista, considero que hay muchos aspectos de esta doctrina que podemos adaptar a nuestro quehacer diario,  y durante este filme nos enseña que la práctica de la compasión hacia nosotros mismos y hacia los demás es indispensable, principalmente por el bien común de la humanidad. 

El tema de la ira me parece de particular importancia: cómo manejarla, cómo separarnos de ella y observarla con atención para entender su origen. El Dalai Lama atinadamente comenta que la mayoría de los seres humanos queremos evitar el sufrimiento, sin embargo es parte de nuestra vida. Considero que intentar ver la ira desde fuera es una herramienta muy importante para poder llegar al origen de todo aquello que nos frustra o que nos molesta o que simplemente está más allá de nuestra propia realidad. 

En este sentido creo que la película también provee una reflexión muy importante en torno a cómo la falta del manejo de las emociones a gran escala está provocando muchos de los conflictos más temibles y más tristes que hemos presenciado a lo largo de nuestra historia. Es relevante mencionar que algunos líderes han ido más allá de los límites imaginados, y esto demuestra que la ‘banalidad del mal’, término acuñado por  Hannah Arendt, ya es una realidad. 

El que haya seres humanos insensibles a la crueldad hacia los demás es un gran signo de alarma, y más cuando la crueldad se perpetua en nombre de una ideología, o un sistema, y lo peor, que muchos de sus perpetradores ‘solamente siguen órdenes’. La película nos muestra imágenes tristes sobre los desgarradores conflictos actuales que azotan nuestro planeta, como Gaza y Ucrania. 

Es claro que en un mundo donde la intolerancia prevalece, la compasión y la empatía hacia otros seres humanos cobra mayor importancia. Debemos aprender a ponernos en los zapatos de los demás para entender las circunstancias de los otros de mejor manera. Considero que ante la situación actual, la empatía cobra más importancia que el éxito, y a manera de conclusión me gustaría recordar la frase que se asocia a Edmund Burke y a John Stuart Mill: “The only thing necessary for the triumph of evil is for good men to do nothing.” 

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