¿Una Guerra con Taiwán?

Hace unos días, el mundo volvió a estremecerse con la visita de la Congresista estadounidense Nancy Pelosi a Taipei, acto que realizó a pesar de las preocupaciones e implicaciones que esto traería con Beijing. Los observadores de China (y uno que otro de ahí) han estado hablando sobre el rumbo que tomó el país bajo la batuta de Xi Jinping desde la perspectiva de una actitud mucho más asertiva y determinante en torno a lograr los objetivos prioritarios, los cuales siguen siendo el desarrollo y el crecimiento económico. Sin embargo, a pesar de que durante los inicios de la administración de Xi se habían calmado los ánimos en torno al tema de las disputas territoriales o por lo menos habían bajado a sus niveles de siempre, de la noche a la mañana ya se habla de una guerra con Taiwán. La realidad es que desde hace mucho se hablaba de que para bien o para mal, Taiwán regresaría a ser de China a cualquier costo pero, hasta hace unos días, todo parecía quedarse como un plan que nadie teníamos claro cuándo lo harían ya que unos decían que en 2024 y otros en 2030.

En esta entrada hablaré brevemente sobre las implicaciones que tendría un conflicto bélico con Taiwán para el mundo desde las perspectivas estratégica y económica. La priemra sección plangtea de forma muy breve porqué todo el asunto de Taiwán y su estatus sigue siendo una controversia que tiene más de cincuenta años, y las implicaciones de entablar relaciones con Taipei o no hacerlo. La segunda sección explicará la influencia y papel que tiene Taiwán en la economía mundial y lo que podría causar una guerra que paralizara la isla. La tercera sección por su parte, explora las ventajas que podría tener Taiwán en caso de un conflicto mayor con China, ya que Taipei no está precisamente solo en términos de alianzas militares y las implicaciones que tendría la combinación de fuerzas con sus aliados. La última sección concluye que una guerra contra Taiwán será costosa y un desastre en todos los sentidos para China, no sólo en términos de pérdidas humanas, sino en su reputación, su economía y ante todo, frente a su población. Es importante destacar que el detonante de todo esto definitivamente está relacionado con la invasión rusa a Ucrania, por lo cual los costos que está asumiendo Rusia podría asumirlos China en caso de crear otro conflicto a gran escala.

Taiwán históricamente constituía una de las varias provincias de China en tiempos antiguos y en su momento sufrió la ocupación de potencias europeas y por los japoneses hasta 1945 que volvió a ser parte de China. En 1949 cuando se fundò la República Popular de China (RPC) con el triunfo de Mao Zedong, el Kuomintang se quedó en lo que sería la República de China con Chiang Kai Shek. A partir de ese momento, la isla estuvo entre volver a ser parte de la RPC o quedarse como independiente, sin embargo un país es independiente en la medida que otros lo reconozcan como tal (y en realidad esto ùltimo es el tema con la visita de Nancy Pelosi), y en este sentido cuando la Guerra Fría, Taiwán tenía un estatus de reconocimiento mayor dado el bloqueo al comunismo en ese momento que se extendía a China con Mao. En 1972 después de la visita del Presidente Nixon a la República Popular de China, esta última reemplazó a la República de China, y desde aquel entonces la controversia sigue entre Taipei que ya adoptó un sistema político y económico diferente a la RPC y esta última buscando la reintegración de la isla al territorio.

Actualmente Taiwán tiene relaciones económicas a través de oficinas de representación con prácticamente todo el mundo y relaciones diplomáticas con catorce países. El reconocimiento a Taiwàn como paìs soberano ha menguado en los ùltimos años dadas las condiciones que impone la RPC para sus instrumentos de inversiòn y prèstamos a otros paìses. Una de las condiciones, si no es que la màs importante, es la de romper relaciones diplomàticas con Taiwàn a cambio de las inversiones o lo que esten ofreciendo en cuestiòn.

En vista de que Taiwán ya adoptó la democracia como sistema de gobierno y la economía de mercado como sistema económico, la isla ha tomado un rol importante (en realidad indispensable) en la economía mundial. Según datos de las Estadísticas Nacionales de Taiwán, la isla cuenta con un PIB de 7,859 miles de millones de dólares y un PIB per cápita de 33,649 dólares que los ubica en el octavo lugar en Asia y el 76 a nivel mundial de ingreso per càpita. La RPC está en el lugar 102 de PIB per cápita a nivel mundial y en el décimo lugar en Asia. Aunque no hay comparación alguna en términos de población, merece la pena mencionar que el lugar que ocupa Taiwán en la economía mundial por sí mismo determina la funcionalidad de las cadenas de producción y manufactura en industrias como la eléctrica, electrónica, tecnología y automotriz. En este sentido, Taiwán es el productor principal de microchips en el mundo y de partes para productos en tecnología, además, gran parte de este mercado está en China y en otros lugares de Asia como Japón y Corea del Sur. Un conflicto bélico paralizaría la industria, y en consecuencia los efectos podrían sentirse en países distantes (como México) dentro de los sectores automotriz y tecnología. Aunque haya otros países que producen los microchips y las partes para otros productos, posiblemente no podrían surtir toda la demanda a nivel mundial de tal forma que reemplace la de Taiwán.

En vista de la situaciòn que tiene Taiwàn frente a la idea de ser reintegrada a la RPC por el medio que sea a travès de bloqueos econòmicos y ejercicios militares en las zonas cercanas a la isla, Taipei destina un monto importante a la modernizaciòn y recursos de las fuerzas armadas. Segùn las estadìsticas de 2021, Taiwan invirtiò alrededor de once mil millones de dòlares en sus fuerzas armadas y el Parlamento aprobò un monto de 8.6 miles de millones de dòlares en los dìas recientes.En tèrminos de tamaño, es obvio que el Ejèrcito Popular de Liberaciòn (de la RPC) es de los màs grandes del mundo con 2,035, 000 efectivos y la fuerza terrestre màs numerosa del mundo con 1.6 millones y 18 grupos de ejèrcitos entre 30,000 y 65,000 personas en cada uno. En el caso de Taiwàn, tiene un activo de 215,000 soldados màs 1, 675,000 en la reserva, con tres ejèrcitos y otros cuerpos de ejèrcito como reserva. En tèrminos de equipo moderno, Taiwàn posee armamento reciente que proviene de Estados Unidos.

El papel de este ùltimo, es pràcticamente determinante en caso de un conflicto en tèrminos de proveer equipo sin embargo, en la parte de combate, los aliados màs fuertes de Estados Unidos en Asia (Japòn y Corea del Sur) pudieran considerar intervenir, màs aun dado que la RPC ha estado invadiendo los espacios aèreos y las zonas econòmicas exclusivas con restos de misiles. En tèrminos de los ejèrcitos de los aliados de Estados Unidos en Asia, el ejèrcito de Corea del Sur posee capacidades considerablemente superiores en tèrminos tàcticos por equipo y personal (950,000 activo, màs 4 millones en reserva). El tamaño de un ejèrcito y los recursos, como bien lo ha demostrado la invasiòn rusa a Ucrania, no es lo ùnico determinante para el èxito, màs aùn si se carece de estrategia y de motivaciòn en las tropas.

Una guerra para China en estos momentos en los que uno de sus aliados màs importantes (Rusia) està ahogado en un conflicto que contra todo pronòstico està salièndose de su control, solamente les agregarìa màs presiones y problemas innecesarios adicionales a los que ya tienen internamente (como las deudas y lo de los bancos). Invadir Taiwàn ademàs de traerles condenas y problemas con el resto del mundo, resultarìa en un disparo en el pie dada la importancia de la isla como una fuente de materiales indispensables para la industria y tambièn como el origen ( y trànsito) de inversiones hacia la RPC. Taiwàn goza de buena reputaciòn en los negocios, cosa que la RPC todavìa no, y ahora con las restricciones en Hong Kong, la fuga de capitales deberìa ser una señal suficiente del nivel de confianza que hay en general hacia China.

Ahora, dado el lugar que tiene Taiwàn en la economìa mundial y en las cadenas de producciòn, es difìcil que el resto del mundo se quedara en calidad de observador por el impacto devastador que reusltarìa de la paràlisis de la industria en Taiwàn. Por ùltimo, es importate recordar que cuando una sociedad lleva muchos años viviendo bajo un sistema democràtico y de economìa de mercado, el lanzarlos a vivir sin elecciones y con el gobierno encima de las empresas, dificìlmente resultarà en algo positivo para quien lo impone y es que las sociedades no viven exclusivamente de nacionalismo.