Órdenes que traspasan fronteras y China

Este año ha sido muy complicado y bastante movido para China, entre la guerra comercial con Estados Unidos que ya comenzó a afectar y el problema de la resistencia dentro de Hong Kong que cada día crece más, podría decirse que estos meses han sido difíciles para China y debido a ello, también para el mundo. En vista de la importancia de China como actor global, mercado y elemento indispensable dentro de las cadenas globales de producción, cualquier problema en el que se meta China con otro país se resiente en Asia y en otros países. En este tema hay que ser justos y también plantear que el Presidente Trump también ha mantenido al planeta en alerta constante por sus decisiones, como el asunto de Turquía. 

En esta entrada, plantearé brevemente una perspectiva de otro asunto que también es importante y al que los socios de China fuera de Asia, deben ponerle atención o al menos tomarlo en cuenta. Hace menos de un mes (tomando como referencia la fecha de la presente publicación) en la India metieron a la cárcel a varios activistas tibetanos, entre ellos a Tenzin Tsundue para evitar desórdenes y protestas durante la visita de Xi Jinping a la India. Mientras que cada país en pleno ejercicio de su soberanía se reserva el derecho de tomar medidas para preservar el orden, el punto de meter a locales a la cárcel por temor a sus reacciones por la visita de un representante de un país extranjero es muy sensible. La realidad es que no es la primera vez que sucede algo similar, ya que Nepal también ha cedido ante las presiones de China para agarrar a los tibetanos que huyeron de China, pero no puede compararse con el caso de una potencia como es la India. 

En esta entrada, en primer lugar hablaré del caso de los activistas en la India y sus contradicciones en torno a este país considerado como 'bastión de la democracia', y el rol que ha jugado el Primer Ministro Modi en este caso. La segunda sección hablará del caso de Nepal en el que China ha usado su poder económico para transformar al país en un socio estratégico en el problema del Tíbet, y posteriormente en la tercera sección a manera de ejemplos adicionales, hablaré de cómo China ha comenzado a moverse con cierta paranoia y cómo la proyecta hasta en sus vecinos. La última sección consiste en un consejo para todos aquellos que no compartimos frontera con China pero sí relaciones comerciales e intereses desde el  punto de vista de medir qué tanta influencia puede tener el país asiático en asuntos internos.

El escritor Tenzin Tsundue nació en 1975 en Manali, India. Sus padres, al igual que casi todos los tibetanos que residen en la India en época de Nehru, huyeron después de la ocupación del Tíbet por parte de la República Popular de China. El poeta y escritor realizó una protesta de una forma pacífica cuando mostró un letrero que decía 'Tíbet libre'y que daba exactamente frente a la ventana de Wen Jiabao durante su visita en el 2005, y posteriormente en la visita de Hu Jintao, a Tsundue se le prohibió la salida de Dharamsala durante la visita de Hu. Es importante mencionar que Tsundue nació en la India, ya que de ahí sale la crítica más dura hacia su captura hace menos de un mes, ya que el sentido común dictaría que en un país como India que se asume como una democracia, hay derecho a la libre expresión y que la impartición de justicia es a través de instituciones. En este sentido, en países así se asume que la prisión preventiva debe ser a través de juicio o bien a través de una orden.Como se mencionó antes, cualquier país tiene control dentro de sus fronteras para mantener el orden público, pero en este caso en específico es dudoso el que alguien sea privado de su libertad 'por si acaso', sobretodo por presiones ejercidas por un país extranjero. India nunca ha sido apéndice de nadie en Asia, por lo cual sería prudente preguntarse si la relación entre ambos países ha cambiado por la importancia económica de China (a pesar de que el vecino de India, Paquistán ya tiene serios problemas de deudas con China). 

India es una potencia en Asia, pero el rol de China como actor que usa su poder económico para extender su influencia o intereses no es nuevo, ya que el caso de Nepal representa un antecedente. La relación entre China y Nepal tiene una larga trayectoria, pero no es una coincidencia el que desde que China ha comenzado a invertir capitales en el país para proyectos de infraestructura, entre los que destaca un tren, Nepal ha servido como un filtro de ayuda para capturar a los activistas y disidentes tibetanos que pasan hacia Katmandú en lugar de hacia la India. Este caso es contrario al de Corea del Norte, en donde China permite a la policía norcoreana cruzar su frontera para capturar a los que huyen hacia China. En este sentido, en el caso de Nepal ya es claro el papel y la presión que ejerce  China. 

El que China quiera asegurar aliados cerca de su propia frontera es natural, el problema es que en ocasiones las respuestas de China hacia las acciones de sus vecinos no son siempre acertadas. Países como Japón y Corea del Sur han experimentado de primera mano los efectos de la paranoia de China ya que ambos han hecho planes para mejorar aspectos de su seguridad, y sin previo aviso China arremete contra ellos económicamente (porque militarmente representa también un conflicto con Estados Unidos) porque lo considera 'una amenaza' aunque no lo sea. En el caso de Japón, Corea del Norte constantemente dirige sus misiles hacia el Mar de Japón y caen en territorio que les corresponde a los japoneses, razón por la cual el gobierno de Abe decidió meter a consideración la constitución para mejorar el ejército. China y Corea juzgaron a la isla como 'belicista' y 'potencialmente peligrosa' a pesar de las provocaciones de Corea del Norte. En 2016 y 2017 Corea del Sur tenía el plan de construir un sistema de emplazamiento de misiles para derribar cohetes, conocido como THAAD para responder a las pruebas de su vecino del norte. A pesar de aclaraciones, China tomó el proyecto como una agresión directa y arremetió con medidas económicas contra empresas coreanas. 

En resumen, la línea entre la presión económica por paranoia y el interés de China en otros países es muy delgada. Es por ello que aunque la autora de este escrito no busca imponer decisiones en los gobiernos y representantes de otros países, considero relevante el poner situaciones como la de Tsundue en perspectiva para todos aquellos países que compartimos relaciones económicas con China, ya que el privar de la libertad a personas que no están de acuerdo con las acciones de un país extranjero en su país traería consecuencias desafortunadas en términos de reputación y de soberanía. En teoría esto último implica que ningún país extranjero goza de los derechos de imponer ejes de acción en otro, y menos el privar de la libertad a locales por la paranoia del visitante. 

Tenzin Tsundue en el balcón (c) Wikipedia, 2019.

Mapa de caída de misiles norcoreanos (c) BBC, 2016

Protesta contra empresas chinas en Ecuador (c) El País, 2012.
















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