Las contradicciones prácticas del 'Tianxia'
La primera entrada de 2017. Antes de comenzar con esta nueva entrada, quiero agradecer a absolutamente todas las personas que me leen alrededor del mundo, de corazón MUCHAS GRACIAS. El año pasado fue interesante (y bastante difícil para el mundo) y la realidad es que la entrada al Doctorado ha sido buena pero bastante particular. Entre la carga de trabajo y entre que llevaba mucho tiempo sin estudiar de una forma más formal, el estar haciéndolo es un reto. Espero que para mayo pueda dar buenas noticias sobre cómo va esto.
La presente entrada habla sobre una de las bases filosóficas sobre las cuales se basa la lógica bajo la cual China crea y diseña su política doméstica y cómo esto repercute en la política exterior. China a pesar de la dolorosa Revolución Cultural, de vez en cuando recuerda sus raíces dogmáticas basadas en el Confucianismo y también en el Taoísmo y la idea del equilibrio. Es importante hablar del concepto de Tianxia por ser indispensable para comprender la forma de pensar que tienen los chinos, puesto que con sus ventajas y desventajas, siguen siendo una de las civilizaciones más importantes de la humanidad, sin embargo, y a pesar de que el legado de Confucio dejó bastante en términos de valores, política y civilidad, mucho de esto se ha perdido, en parte por razones políticas pero también como consecuencia del crecimiento económico. La primera parte habla sobre qué es Tianxia y qué significa. En segundo lugar, se habla sobre la idea académica de Tianxia y qué es lo que plantea la academia china. Posteriormente sobre porqué creen los académicos chinos que Tianxia puede aplicarse al sistema internacional y porqué critican el sistema occidental y por último, el porqué es una contradicción y el porqué el crecimiento económico acelerado no es igual a ser un 'poder responsable'.
China con Xi Jinping está a nada de convertirse en lo que supuestamente muchos oficiales (los más conservadores en particular) no deseaban: un país en el cual se han ido perdiendo los valores fundamentales no sòlo del comunismo, sino de lo que en teoría es la esencia cultural de China. Esto obedece a varias razones que en mucho dependen del punto de vista, sin embargo las principales son el crecimiento econòmico acelerado, el énfasis excesivo en el consumismo y también el que el interés nacional sea mayor que los principios. Bien se dice que para tener una postura moral válida, primero se necesita predicar con el ejemplo.
En esta entrada, pretendo dar una explicación breve del concepto de Tianxia, del cual no se sabe mucho en Occidente y que es indispensable comprender para poder determinar una parte del razonamiento detrás de la política exterior de China y también las implicaciones en la política interior. La premisa de que 'Occidente no entiende mucho de China' es en gran parte cierta dado que las civilizaciones occidentales se basaron y fueron construidas bajo otros principios y filosofías diferentes. Por 'principios' y 'filosofías' no necesariamente me refiero a la parte religiosa, ya que muchas naciones de Occidente se basan en la idea del Estado Secular. El caso de Medio Oriente, excepto por Turquía, la historia es diferente.
Cuando se está estudiando un continente tan complejo y basto en el sentido cultural y político como Asia, no es del todo útil o práctico aplicar las doctrinas y marcos de referencia occidentales de manera ortodoxa, porque no son suficientes. Es por ello que muchos académicos y especialistas tanto en diplomacia como política en general, enfatizan que el enfoque interdisciplinario es el mejor para entender realidades distintas a la propia.
Dicho lo anterior, académicos chinos como Gin y Xuetong se han tomado la molestia de explicar la filósofa y el origen de Tianxia, el cual se basa en gran parte en las enseñanzas de Confucio y en la parte de la importancia de mantener una sociedad en armonía, algo esencial dentro de la doctrina del Taoísmo. La idea de Tianxia se originò en el año 221 A.C. cuando la dinastía Zhong comenzò a pensar de qué forma podrían todos los pueblos que en ese entonces vivían en lo que hoy conocemos como China, en orden y armonía.
Tianxia como tal y como lo ponen los académicos chinos, significa 'todo lo que está debajo del cielo'. El sistema plantea una idea sobre cómo crear armonía y mantenerla, mediante el respeto a las diferencias y el reconocimiento a una autoridad superior que equivaldría a quien dirige al grupo compuesto por todos los pueblos. Esta autoridad no es un sistema como el que gobierna la China actual, sino una autoridad a la que los pueblos le pagarían tributo y gozarían de legitimidad y protección a cambio. Después de la dinastía, hubo una modificación en la que los tributos se volvían voluntarios, pero el énfasis en vivir con armonía bajo el respeto a las diferencias se mantuvo como una prioridad.
La idea de Tianxia y de este sistema se traduce en la doctrina actual bajo la que se supone que se crea la política en China. Una de las bases morales más importantes son los 'Cinco Principios para la Coexistencia Pacífica' hablan de respeto a la soberanía nacional, la no intervención, relaciones de mutuo beneficio, la no agresiòn y la coexistencia pacífica. Estos principios fueron creados por Mao Zedong en una época en la que se tenía la idea de la 'amenaza roja' y en los comienzos de la Guerra Fría. China estaba enmedio: Rusia por arriba y Estados Unidos presionando por otros lados en Asia, Corea por ejemplo.
Académicos como Zhao Tingyang hablan de Tianxia como una buena alternativa para un sistema internacional en donde los países se respetan con sus diferencias, y recalca que debería haber un énfasis prioritario en el carácter universal de la naturaleza amable y benevolente de los seres humanos en lugar de hacer énfasis en el individuo y los intereses particulares. La idea de Tianxia no es en sí del todo mala, sin embargo cae en muchas contradicciones porque las naciones son diferentes y la forma en la que ven sus objetivos es muy diferente. Zhao condena que las Naciones Unidas fueron creadas bajo la óptica occidental de este énfasis en lo individual en lugar de lo universal y que por eso ha fracasado, y en esto habla de que 'no se trata de que China no tome en cuenta los derechos humanos, sino que no es aceptable que las prioridades de un individuo tengan más importancia que el bien de la sociedad y que eso destruya la armonía'. Es un poco irònico que este análisis venga de un académico que pertenece a un país integrante del P5 en el Consejo de Seguridad el cual es uno (sino el principal) de los grandes responsables del fracaso de la ONU.
Los valores que Confucio pretendía plasmar en la sociedad como el énfasis en los valores y la benevolencia se han ido perdiendo por causa de las campañas agresivas por parte de Mao y también por las consecuencias tristes del crecimiento económico: una sociedad materialista y que cada vez se vuelve más superflua.
Esto, aparte del tema del dilema de inseguridad, es una parte del porqué el Partido está tan concentrado en acabar con la parte cultural del Tíbet. El Partido se pregunta el porqué otras naciones 'aceptan terroristas separatistas como el Dalai Lama', la razón es muy simple. La sociedad china (y también la estadounidense) está demostrándole al mundo cómo se ve una sociedad que cree que el tener más de todo es lo importante, y el Dalai Lama ayuda a recordar esa parte que tanto se ha ido olvidando: los valores. Si hay algo que la humanidad está sumamente necesitada de encontrar, es una conciencia tranquila y una actitud más humana y menos materialista.
Aparte de este tema de los valores, también el mismo sistema cae en una contradicción al intentar aplastar a los tibetanos: si la idea de que para vivir en armonía hay que respetar las diferencias de otros, entonces ¿Porqué tienen esas posturas tan extremas hacia los tibetanos? En este sentido, el tema de las políticas hacia el Tíbet cobran sentido dentro del contexto del dilema de inseguridad, pero por el lado de las bases filosòficas bajo las cuales China se guía, no tiene ninguno.
Por último, si realmente China quiere ser un 'poder responsable', podría comenzar por dejar de presionar a otras naciones económicamente para sus fines políticos, y de esto ya casi todo el mundo es víctima ya sea en la arena internacional o en los comités de las Naciones Unidas sobre derechos humanos, entre Japón y otras naciones que no suelen tener problemas con nadie como Noruega. China no desea imponer su ideología, su sistema y su manera de ver el mundo como lo ha pretendido hacer Estados Unidos a lo largo de estos siglos, pero la cooperación siempre se tratará y basará en el consenso, no en las imposiciones.
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