¿Un reto al liderazgo del Partido?
Xi Jinping está enfrentando una situación que salvo cuando Tiananmen y las protestas en el Tíbet, y la Revolución de Sun Yat Tsen, pocas veces se ha visto en China: el que las personas pidan la renuncia de su Presidente. Es un hecho al que vale la pena centrar la atención porque de cierta forma, es sumamente raro y bastante admirable que con el control que hay en China en torno a la libertad de expresión y el nivel de censura, hubiera un grupo de personas que se atrevieran a alzar la voz en contra de un régimen el cual últimamente carece de auto-crtítica (como en todos los casos de regímenes ubicados en los extremos).
Una particularidad sobre los regímenes que giran en torno a una concepción especial, casi divino de los mandos superiores o de una sola persona, es que el cuestionar las bases del regímen es visto como un delito, y en casos como el de Corea del Norte, es visto como el mayor crimen de todos. En este sentido, en China cuestionar la idea del comunismo y sus bases ideológicas, así como las ideas en torno al marxismo, no está bien visto y aunque esto suene como algo obvio, lógico y hasta esperado, han habido casos aislados dentro del mismo partido en donde los integrantes han tenido sus dudas en torno al comunismo. Aparentemente, no han pasado de ideas y dudas que surgen (al menos dentro del partido).
Muchos de los especialistas en temas de China explican que en la mayoría de los casos, las altas cúpulas del Partido Comunista no ahondan mucho en pensar demasiado en las bases ideológicas del comunismo, son un asunto que aceptan de lleno al momento en que se involucran a nivel político. La figura del Presidente, al ser el principal actor al momento de tomar decisiones tiene mucho màs peso en este tipo de régimen por tener que mediar entre las decisiones sobre economía y la política pública.
En un país en donde la economía se mueve alrededor de las decisiones hechas por (y también para beneficio) del règimen, la figura del Presidente tiene prácticamente toda la responsabilidad. A pesar de que cuente con gabinete amplio, controlar todos los aspectos no siempre es fácil. A pesar de que han habido políticas y decisiones que en su momento fueron eficientes, no se puede seguir el mismo modelo y esperar que los resultados sean los mismos. El mayor error es el que se esperaba que hubiera tasas de crecimiento superiores al 5% anual.
A pesar de que hay académicos y grupos, así como personas que dicen que la economía no importa o que todo en la política es 'a causa del capitalismo', la realidad es que ambas esferas tienen una relación directa con la vida de los habitantes de un país y determinan en mucho la calidad de vida en el mismo. Tristemente hay un abismo muy grande entre la teoría, los dogmas y los ideales con la realidad y la aplicación práctica de los mismos.
En la economía no se trata de resolver problemas por medio de discursos, dogmas ideológicos, palabras o promesas, sino de tomar las decisiones correctas y tener un panorama lo suficientemente amplio para ver las consecuencias en el largo plazo. La falta de cálculos, construir castillos en el aire, deslumbrarse con espejos y la carencia de visión, son errores muy comunes dentro de los regímenes ubicados en los extremos.
Las consecuencias de estas expectativas de crecimiento, aunado a los problemas que se han dado entre China y algunos de sus socios, se han traducido en otros problemas al interior de China. El asunto con Hong Kong ha estado dando bastante de qué hablar y si no se maneja con el criterio suficiente, las cosas pueden acabar mal porque ninguna asimilación o integración debe ser por la fuerza.
El hacer las cosas por la fuerza jamás tendrá buenos resultados, y es que a pesar de que la situación económica ha mejorado la posibilidad de elegir en un mercado màs amplio y producido una clase media, muchos chinos siguen sin ver alguna mejora en su calidad de vida porque la remuneración del trabajador promedio sigue sin ser suficiente. La realidad es que "de nada sirven la democracia, el capitalismo y la libre elección dentro de un mercado si no hay comida en la mesa.", una oración muy recurrente en los países que estuvieron bajo control de la Unión Soviética en su momento.
La carta firmada por varias personas que de acuerdo a la carta, se describen a sí mismos como 'miembros leales al Partido' y preocupados por la situación en torno a las medidas que según se tomarían en contra de la corrupción, no fue bien visto por el partido y mucho menos por el mismo Presidente Xi. Mientras que estar en el puesto más importante de China y administrar a la nación más poblada del mundo (y de las màs complejas), es un gran reto, el tener a una cantidad considerable de personas que no están conformes con las decisiones tomadas, podría no parecer un gran problema. Sin embargo, después de girar órdenes detenciones de los supuestos signatorios de esta carta o la desaparición de sus familias indica que esta carta ha tocado asuntos muy delicados, y las acciones tomadas fueron en detrimento de activistas y periodistas, a quienes se acusa se estar involucrados en el asunto.
A pesar de que la carta apareció en un sitio relacionado con el órgano informativo del partido (Wujie News), las autoridades se apresuraron a quitarla, y aunque no hubo muchos que se enteraron fuera de China, la desaparición de las familias de los activistas y los periodistas han hecho que se sepa fuera de China. La forma en la que este asunto se va a esclarecer será difícil, ya que hay cabida para dos interpretaciones: o Xi comienza a tener algunos enemigos dentro de su propio partido, o bien algún experto en violar firewalls filtró esta carta con nombres falsos.
Desde el punto de vista de la variedad de enemigos que puede tener un régimen comunista o un régimen fascista, los peores definitivamente son los que están más cerca de los líderes o las esferas dominantes del partido principal. En Corea del Norte, Kim Jong Un ha estado muy concentrado en deshacerse de 'personas indeseables que no comparten la visión del Gran Líder', y esto indica que o hay grado de fanatismo que va màs allá de lo que muchos estudiosos podemos entender, o que teme que el golpe pueda llegarle por donde menos lo espera. La interrogante de la carta dará muchas claves sobre si hay un 'consenso real' dentro del Partido Comunista y ante todo, sobre la credibilidad real hacia Xi Jinping como líder.
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