Deterioro ecológico de Tíbet: Una bomba de tiempo
Actualmente se sigue hablando mucho del tema del calentamiento global y de su consecuencia, el cambio climático. No es un tema de tanta afluencia en la agenda internacional como lo era en los años anteriores a la culminación del Protocolo de Kioto, cuyos resultados se analizarían en el 2012. Es un proyecto que data de los noventa, gracias a que la comunidad internacional comenzó a preocuparse por la detección de exceso de O3, dióxido de carbono y clorofluorocarbonos en la atmósfera, los cuales estaban (y siguen) deteriorando la capa de ozono que protege a la tierra de los rayos agresivos del sol (como los ultravioleta C).
En este artículo, primero explicaré de qué se trata en términos generales el fenómeno del calentamiento global y su consecuencia, el cambio climático. En segundo lugar explicaré cómo y de qué manera afecta esto al Tíbet y qué consecuencias puede traer, y en tercer lugar porqué los mecanismos de cooperación en este tema del medio ambiente han sido muy poco exitosos.
La destrucción de grandes extensiones de bosques, la alteración de muchos ecosistemas, la construcción de vías y minas por medio de la destrucción de las montañas, la contaminación de los océanos y la emisión excesiva de gases de invernadero (dióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno, clorofluorocarbonos, y
el ozono) han provocado efectos sin precedentes traducidos en inundaciones, temperaturas sumamente altas o bien, sumamente bajas en todos lados del mundo. Adicionalmente, estas alteraciones resultan en cambios a la biodiversidad que van desde la aparición de especies evolucionadas hasta plagas, y la que más se ha visto que es la extinción.
La destrucción del medio ambiente no goza de exclusividad geográfica, ya que se ha estado dando en todos lados del mundo, y el Tíbet no es la excepción. La meseta goza de una ubicación y clima privilegiados, ya que por lo normal el estar en medio o rodeado por montañas o cerca de ellas hace que el clima sea benigno y que se puedan dar la mayoría de los productos agrícolas, así como también acceso a los cuerpos de agua que de cierta manera, se regeneran constantemente por la presencia de los glaciares. China ha estado haciendo uso de los recursos del Tíbet de una manera desmedida, lo cual tendrá efectos negativos en el largo plazo.
La destrucción de las montañas por medio de explosiones, así como el desgaste de los suelos para la extracción de minerales,son los que peores consecuencias acarrean por el daño a las corrientes en mantos acuíferos y la pendiente de las montañas en las que nacen los ríos. Es importante mencionar que muchos de los proyectos de China involucrando a los Himalayas van a afectar no solamente a los tibetanos sino también a los indios, a los pakistaníes, a los nepaleses y hasta a los butaneses, ya que todos tienen reservas ya sea subterráneas o superficiales de agua que proviene de los Himalayas. En este sentido, India y Pakistán son los que enfrentarán más retos debido a la creciente demanda de agua en ambos países. Actualmente los países comparten el agua del Indo, pero si se llegara a alterar el curso del río o la fuente de origen del río, los acuerdos que tienen pueden convertirse en otro tema para agregar más pretextos aparte de los ya existentes a sus enfrentamientos.
El tema del abastecimiento del agua es en sí un problema en todo el país, ya que muchas ciudades de China tienen problemas para obtenerla, y gracias a la construcción de fábricas en todos lados y la administración deficiente de desechos, la tierra sufre consecuencias junto con los mantos acuíferos que ni los monzones de verano logran limpiar. La forma en la que se deshacen de todos los desechos de las fábricas representa un gran problema, ya que en muchos casos las grandes ciudades tienen zonas con problemas sanitarios (ni Beijing es la excepción) y lo mismo sucede en las provincias.La deficiencia en este tema explica en gran parte porqué las epidemias en China suelen ser sumamente severas.
La forma en la que están destruyendo los Himalayas o zonas aledañas a las montañas para meter las redes ferroviarias generará interrupciones en las fuentes de generación de agua de los ríos en Tíbet y en otros lados de Asia, lo cual provocará que el agua llegue contaminada a su destino final. Es cierto que hay múltiples maneras de purificar el agua, sin embargo los químicos y la maquinaria requerida, así como el mantenimiento de la misma, es sumamente costoso. Los manantiales suelen relacionarse con agua pura, quizá con algunas sales (que depende del lugar), sin embargo al destruir una montaña. los manantiales o se extinguen o la calidad del agua se deteriora.
Por otro lado, las montañas también sirven de escudo para fenómenos meteorológicos agresivos, como los huracanes, los tornados y hasta de los sismos. El caso de ciertas zonas de la ciudad de México como 'menos proclives' a sentir los sismos es un buen ejemplo para explicar esto, también el hecho de que la ciudad haya sido un lago en la época prehispánica explica porqué la ciudad de México actualmente sufre por mucho calor o bien inundaciones en realidad, si las montañas rodeando el valle no estuvieran ahí, la ciudad estaría amenazada desde junio hasta noviembre (época de huracanes).
El Tíbet es una meseta y es de las regiones más elevadas del mundo (4,500 metros), por ello, el clima es templado y frío la mayor parte del año, con lluvias en verano (como en todo Asia), y en realidad gracias a las montañas el Tíbet se salva de huracanes y otras depresiones tropicales fuertes que azotan al continente en esos meses. Si se altera la forma de las montañas, probablemente estos fenómenos puedan azotar más fuertemente a la región y causar desde sequías hasta inundaciones en el largo plazo.
La explotación minera va de la mano con esto, ya que la extracción es muy agresiva y se requiere de labor extensiva en las montañas para poder encontrar minas y extraer metales, lo cual en sí es una actividad muy riesgosa. El alterar la forma de la montaña puede provocar no sólo la alteración de los glaciares sino también derrumbes. La postura del Partido Comunista a pesar de todos estos riesgos es, sin embargo, el de continuar con la explotación, el desarrollo y la creación de nuevas vías de comunicación. China en términos generales y en negociaciones posteriores a la Cumbre de Río de Janeiro de 1992, ha tomado una postura de no aceptar ningún protocolo para reducción de emisiones, y el principal argumento es el de su desarrollo económico.
El Protocolo de Kioto fue ratificado por toda la comunidad internacional con la excepción de China y Estados Unidos, quienes aunque argumentan no tener nada en común en cuestiones de prioridades de interés nacional y política exterior, son más similares de lo que ellos mismos asumen. Actualmente China consume la mitad de la energía total del planeta y la contaminación aunada a ello está en niveles mortales para los mismos chinos y para la capa de ozono. Los niveles de gases de invernadero en China están ya en niveles alarmantes (emiten alrededor del 20% de los gases de todo el mundo) como bien lo comprueban las imágenes cotidianas de las ciudades grandes. A pesar de que han tenido presión internacional, el Partido Comunista no está del todo dispuesto a ceder, y en mucho no son los únicos, ya que Estados Unidos también ha planteado el mismo tema.
Excepto por Canadá, Australia, la Unión Europea entre otros, muy pocos han adoptado medidas de regulación de emisiones, y esto hace del cambio climático 'la tragedia de los comunes', ya que los países desarrollados buscan obligar a reducir las emisiones cuando la situación actual en parte se debe a las emisiones desde el siglo XIX con la Revolución Industrial, por lo que son responsables por una parte. El otro dilema es que los países en vías de desarrollo en algunos casos se niegan a aceptar estas imposiciones por estar en desarrollo. Por ende, el tema de equidad para desarrollarse es el dilema principal.
La situación cuestiona el concepto de justicia global ambiental sobre las mesas de negociación de los protocolos, por ello se habla de incentivar el desarrollo sustentable y apoyar las tecnologías limpias. La justicia global ambiental la definiría como aquella que incluye la
aceptación de responsabilidad por parte de los culpables de la mayor parte de
las emisiones, que en este caso son los países desarrollados, y que estos a su
vez permitan a los en vías de desarrollo obtener una vía diferente y
sustentable hacia su progreso mediante la cooperación, poniéndole fin a largo
plazo al problema de la racionalidad colectiva (esta definición proviene de una investigación de la suscrita sobre el tema en 2011).
El tema de cómo obligar a los estados a cumplir con su responsabilidad en este tema, es un asunto complicado por no existir mecanismos vinculantes y de sanciones a quienes no cumplan con sus reducciones. Lamentablemente, el medio ambiente no es una prioridad para muchos países, por lo que hace falta alianzas y presión por parte de todos aquellos estados que estén sufriendo afectaciones directas por este fenómeno, como Islandia, Italia y las islas del Pacífico. Los países en riesgo de desaparecer por el nivel de los océanos como Nueza Zelanda, son de los que más abogan por las energías alternativas, sin embargo, los costos para infraestructura son muy altos, por lo que otro factor importante es el apoyo de organizaciones o mecanismos de cooperación para invertir en este rubro y así poder construir una cultura de desarrollo sustentable.
Tíbet puede contribuir a esta causa, ya que sus recursos están siendo depredados de una manera desmedida y resultarán en un problema mayor para los vecinos y para China en el largo plazo. La comunidad internacional no debe ver el asunto del calentamiento global como algo pasajero, ya que la Tierra tiene sus propios mecanismos de regulación de temperatura, y es por ello que si no hay algún consenso sobre la aceptación de responsabilidad de los grandes emisores, otros sufrirán las consecuencias de 'emisiones ajenas'. Por último, recalco en este concepto que si China no tiene consideración alguna por los recursos naturales de la nación, los sectores gobierno y empresarial de otros países no deben esperar que respeten los de un país extranjero...
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